jueves, 8 de agosto de 2013

EL ARTE DE VIVIR



La vida es un arte que necesitas aprender y perfeccionar siguiendo tus propias direcciones e ideas sobre lo que quieres pintar en su lienzo. Tu ignorancia sobre ese arte de vivir hace que tus primeros trazos sean errados, desequilibrados y con una mezcla equivocada de colores, en las que predominan las sombras sobre las luces. Al no saber como crear felicidad, lo que produces son estados de No-Ser que siempre generan conflicto, pérdida de energía vital, depresión y enfermedad. Tus creaciones están llenas de verguenzas, culpas, apatías, rabias, rencores, odios y conductas ácidas, intolerantes e irrespetuosas...  

Desde el momento en que fuiste concebido hasta que cumpliste 7 años, recibiste de tus padres, de tus relaciones cercanas, de la sociedad, la cultura y la religión del lugar donde naciste, la mayoría de la información que hoy conforma tu sistema de creencias. Información que aceptaste como verdadera porque la recibiste de tus seres queridos. Sin embargo recibiste una mezcla de información falsa y verdadera. Por supuesto la parte de información falsa siempre te ha inducido a tomar decisiones equivocadas, ha creado sentimientos negativos y ha generado una visión distorsionada de la realidad, de ti mismo y de Dios. Esas falsas creencias, que has incrementado con la propaganda, las mentiras intencionadas y la desinformación de nuestra civilización, siempre te han causado sufrimiento, infelicidad, escasez, soledad y enfermedad. Es decir han sido y son la causa en tu mente de todo lo que realmente no deseas crear y experimentar...

Si en tu vida predomina el sufrimiento, la depresión, la insatisfacción, la escasez, la soledad o la enfermedad es porque tienes más falsas creencias que verdades sobre como funciona la realidad y lo grave es que crees que toda la información que usas para fundamentar tus decisiones es verdadera. Es hora entonces de comenzar a localizar y a trascender esas falsas creencias, esas conductas ácidas, reactivas, pasionales, conflictivas y auto destructivas. Las estás usando para fundamentar decisiones equivocadas desde los 7 años, cuando alcanzaste el ¨uso de razón¨, así llaman al momento en que terminaste de ¨adulterarte¨, cuando estrenaste tu ego, la información que conforma tu precario sistema de creencias...

Lo bueno es que como en todo arte, aprendes a vivir por prueba y error, actúas creyendo que vas a obtener armonía, para luego sorprenderte porque obtienes su opuesto: insatisfacción, frustración y sufrimiento. Hay que agradecer el error, en realidad solo equivocándote obtienes comprensión sobre lo que debes corregir para perfeccionar tu obra. Son los errores evidentes, los trazos desarmónicos los que llaman tu atención y te impulsan a corregirlos, a buscar sus causas, las que siempre están en tu mente. Son creados por falsas creencias que te inducen a ser inflexible, intolerante, arrogante y egoísta. El sufrimiento que produce el error las ilumina, las resalta y eso te facilita localizarlas y trascenderlas... 

Complicas innecesariamente tu obra cuando estando insatisfecho, inseguro, irritado y sin paz interior, distribuyes ese estado a los que te rodean. Tu infelicidad afecta a los demás, tu negatividad, tu pesimismo y tus preocupaciones, crean un clima malsano que llueve sobre tus seres queridos. La oscuridad no puede ocupar el mismo lugar de la luz, tus estados de No-Ser no pueden coexistir con la paz y la armonía. Esa negatividad surge cuando alguien actúa de una manera que no te gusta, no eres neutro, ni incondicional, buscas modificar su conducta, quieres que dejen de ser libres, que vivan como a ti te gusta para tu cómodamente poder ser feliz. Te vuelves intolerante, irrespetuoso y egoísta. No sabes que no son ellos los que necesitan cambiar para que tu seas feliz, sino tú el que debes volverte neutro, respetuoso de sus decisiones, incluso de sus decisiones equivocadas. Son las que necesitan para obtener el sufrimiento que los impulsa a examinar sus creencias y su conducta para poder evitar que se repita en sus vidas. Mientras no entiendas esto, las actuaciones de los demás te crearán tensión, angustia y sufrimiento, arruinando tu obra, haciendo que pierdas tu paz interior, que los trazos en tu lienzo sean groseros, oscuros y desequilibrados. Esto va a sucede hasta que entiendas que tu paz interior no debe depender de lo que suceda afuera, del mundo exterior que te rodea... 

El fluir de la vida siempre traerá situaciones que no te gustan, que chocan con el sistema de creencias que usas para tomar decisiones sobre como actuar y responder ante lo que sucede. Lo que deseas que suceda puede suceder o no y mientras reacciones negativamente siempre obtendrás sufrimiento, tu vida se volverá miserable. No hay nadie en la tierra cuyos deseos siempre se manifiesten, a quien no le suceda algo indeseado. Esa es la dicha de la vida, es lo que te permite aprender y corregir tus creaciones equivocadas, hasta que por prueba y error, logres transformarte a ti mismo en un eterno creador de realidades perfectas. En ese momento te iluminas porque ya no tienes nada que aprender como ser humano, aprendiste el arte de vivir…

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